Construido originalmente como un molino de trigo por el español Don Pedro Gómez en 1.568, cuatro años antes de la fundación de Villa de Leyva. Es uno de los lugares más emblemáticos del pueblo, en cuanto a la hotelería se refiere, es el Hotel Mesopotamia.
Inició su restauración en el año 1958, durante el mandato de Rojas Pinilla quien la expropió para entregarla a la Empresa Nacional de Turismo. Dos años después en 1960, salió a oferta pública, siendo adquirido por la suma de $120.000 por Cesar Augusto Landinez, oficial naval. La casona y la restauración de la infraestructura arquitectónica, estuvo a cargo del Maese Pedro, afamado restaurador tunjano, quien consiguió una obra maestra, tanto en la restauración arquitectónica como la ambientación paisajística.
Sobriedad, elegancia y belleza paisajística serían sus principales características. Además de todo lo anterior, el Mesopotamia cuenta con una esmeralda natural representada en un cuerpo de agua de una pureza extraordinaria. Sus aguas eran famosas desde antes de la conquista, existiendo el mito de la eterna juventud en las acaloradas mentes de los primeros españoles que llegaron al valle de Saquencipá. Hoy la hermosa piscina empedrada con rocas redondas y fósiles, detenida en el tiempo sorprende a los visitantes.
Los primeros clientes del Hotel de la Mesopotamia, fueron el turismo que traía en ese tiempo la Flota Mercante Grancolombiana. También comenzó a llegar turismo internacional, en especial el europeo. Eran los años 60s. Toda la élite bogotana se hospedaba en la Mesopotamia y se volvió el lugar de encuentro de personalidades colombianas y extranjeras. Eventos sociales, empresariales y gubernamentales, fiestas sociales y hasta reinados.
Su fama en los 70s lo convirtieron en centro de actividades cinematográficas. Series muy famosas como Revivamos Nuestra Historia, la Ibañez, las Hinojosas, Café; eventos como Top Models Colombia y el Bolivar de Netflix, han utilizado como escenario las instalaciones del Hotel. En su bar, que simula una cava antigua, está deliciosamente ambientado y ha sido punto de encuentro de copas y palabras, entre intelectuales y bohemios famosos. Hoy el Hotel se conserva ante el paso de los años, como el buen vino, añejándose deliciosamente con el tiempo. En sus instalaciones funcionara de manera alterna un afamado instituto de idiomas con profesores internacionales.
Está ubicado en el rincón más exclusivo y original de la zona histórica de Villa de Leyva, a dos cuadras al norte del Parque Ricaurte y el Instituto Humbold en el Claustro de San Agustín. Su sencilla fachada solo tiene algunas pequeñas ventanas que dan a la calle. En la mitad de ese largo muro blanco coronado con tejas ocres se encuentra una puerta que tiene la edad de la casona colonial a la cual se accede cuando se atraviesa.
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El hotel aún funciona? es uqe me han dicho que no
actalmente no funciona
precios de hospedaje para dos personas