Nunca nos imaginamos que la naturaleza volviera a estar en primer orden de nuestros destinos turísticos en la colonial Villa de Leyva cuando antes preferíamos reservar en los hoteles del centro histórico para estar más cerca a las actividades culturales y artísticas que se desarrollan en esta mágica población.
El año que acaba de pasar será recordado siempre, no solo por la llegada de un microscópico y mortal virus, sino porque tuvimos que someternos a un confinamiento sin precedentes. Además muchos de los comportamientos sociales fueron drásticamente modificados por el tal Covid-19; se acabaron los abrazos, las saludadas de besos y de mano, en fin cambios que van a durar no solamente en la memoria, sino que van a continuar, pues nos están avisando una “nueva cepa”.
Todo lo anterior está cambiando nuestras preferencias turísticas. Si antes nos gustaba frecuentar hoteles donde vivíamos una vida social y nos encontrábamos en espacios comunes disfrutando de alguna manera de una comunidad de viajeros, la verdad es que con las nuevas reglas de bioseguridad y sus complejos protocolos hemos ido variando los gustos hacia un turismo más íntimo y seguro, limitado a lo sumo al círculo familiar. Y para satisfacer esa nueva tendencia el turismo rural en Villa de Leyva, que se encontraba en desarrollo, ha venido a ocupar un lugar preponderante.
En el caso de Villa de Leyva, el alquiler de casas campestres, la búsqueda de hoteles y hostales alejados del casco urbano ha ido teniendo más demanda que los ubicados en el centro histórico. Y es que esta tendencia hacia lo rural, presenta no solo un atractivo superior, al ponernos en contacto con la naturaleza y el paisaje, sino que permite alcanzar ese estado privilegiado, donde el verde de los campos y montañas, el canto de las aves, la contemplación del entorno natural, nos retorna a una deliciosa calma y al encuentro con nosotros mismos. Igual nos pone en contacto con el ambiente plácido y onírico de la vida simple y sencilla del campo. Por lo tanto en el futuro inmediato, el turismo rural viene a convertirse en una tendencia en crecimiento, no solo por los altos estándares de bioseguridad que se ofrecen en Villa de Leyva, sino que nos ayuda a equilibrar las grandes tensiones producidas por la incertidumbre de una pandemia que sabemos cuándo comenzó, pero no cuándo termina.
Por Guillermo Torres Mojica